Rodri me ha venido hablando de Goodreads en estos últimos días. Me la ha sugerido como herramienta, señalando varias razones: que si es buena, que si muchos lectores del mundo la usan, que si está en línea con Amazon (double score, según él, ya que así puedo meter libros a mi lista de deseos, pues sincronizan y, si compro por Amazon, puedo comprarlos), que si puedo consultar reseñas y opiniones de los otros lectores, que si tengo los libros que quiero en línea, disponibles todo el tiempo para consultar si entro a una librería; en lugar del hábito aquel que tengo de estarle tomando foto a las portadas para poder acordarme de ellos en una próxima visita.

Me dio buenos argumentos. Así que me dio por probar GoodReads.
Debo comenzar por decir que he estado inscrita desde hace varios años, pero no he dado realmente uso a la aplicación. Apenas la vine a (re)instalar en mi teléfono cuando me quise poner seria con el tema. De ahí que no me haya formado una opinión sobre ella.
De entrada, el ritual de querer repasar toda tu biblioteca y libros que has leído para decir “lo he leído” es tedioso. Pero bueno, digamos que eso ya depende de uno como lector, y de qué tan riguroso quiere uno ser. Si quiere establecer una fecha de corte y a partir de ahí entrar los libros, pues adelante. Si quiere buscar hasta con lo que aprendió a leer, pues adelante también. Tú mismo, como dicen en España.
La herramienta para escanear portadas de libros me ha parecido de otro mundo.

Esta herramienta permite escanear la portada de un libro con el celular, la registra en GoodReads, ya uno la señala en una de las tres categorías de la aplicación (Leyendo, Leído, Por leer/Lo quiero leer) y queda guardada en la aplicación. Como me puse feliz a escanear portadas de mis libros, no caí en cuenta de que la herramienta se llenó, y a los 100 libros escaneados, recibí un cordial mensaje diciéndome que, bueno, se me había acabado la moneda. No sé por cuánto tiempo, así que supongo que tendré que ir revisando para ver si esto se actualiza o no.

Eso, sin contar con que escaneó sin querer mis pies y se puso un poco…picantilla la cosa:


Ya poniéndonos serios, me parece útil el enlace con Amazon, pero temo que éste pueda usarse en un futuro como una calle de doble vía. De un lado, tendré mi lista de libros por leer y leídos al alcance de mis dedos, lo que sin duda encuentro útil. Especialmente, por aquello de la consistencia y de no parecer Dory cada vez que entro a una librería y me dejo embobar por el último libro que veo (te estoy viendo a ti, Historia del Mundo). Del otro, tendré una bonita cantidad de publicidad de libros por ahí de cuenta de registros de mis datos de redes sociales. Así que este último detalle no me acaba de convencer.
La interfaz puede mejorar, les digo sinceramente. Está feíta, en comparación con otras redes sociales (lo sé, pura búsqueda de dopamina, no me juzguen) cuya forma de mostrar el contenido puede ser más vistosa que la de esta aplicación y, en esta época visual, ser un poco más atrayente. Pero creo que esto es propio de las interfaces de las compañías de Bezos, y que debe haber una política que se enfoca más en la robustez de la página -Amazon- o el contenido que crea o distribuye -Prime- que en la dopamina que pueda generar. No tengo pruebas, y algunas pocas dudas de que por ahí puede ir la cosa.
Así que, tras haber balanceado estos factores, declarando que no soy una usuaria activa en la aplicación, y que prefiero mil veces escribir aquí que hacerlo en la aplicación (aunque tal vez pueda derivar las reseñas hacia el blog, no lo sé, eso ya va en lo que pueda integrar), procedo a responder la pregunta: GoodReads sí, pero no así.
Paso a explicarme. GoodReads para mí será un excelente back up en la nube para mis libros. Sobre todo, para mi creciente lista de libros leídos, libros por comprar y libros por leer. Pero no creo que pueda convertirse en una piedra angular de mi experiencia lectora, debido a que mi experiencia es más analógica -a pesar de tener un Kindle que quiero mucho. Creo que, como lectora, esto va a terminar siendo una integración entre lo analógico y lo digital donde va a primar un poco más lo analógico, o sea que seguiré tomándole foto a las portadas de los libros.