Había leído recomendaciones muy cálidas acerca de este libro. Sobre todo, la reseña hecha por el director del planetario de Medellín, Jorge Zuluaga.
El nombre no me fascinaba -suena muy a novela de Corín Tellado, a pesar de ir ya en su vigésimo primera edición (¡!)- pero cuando la vi en una promoción, le quise dar la oportunidad. Y vaya si guarda plena relación con el tema: el paralelo entre la apasionada relación entre Marie y Pierre Curie, dos de las más grandes mentes científicas del siglo XX y padres de la radioactividad y la pérdida de Pierre Curie. Y, como un reflejo posmo y muy personal, el paralelo entre la relación de la autora, y la pérdida de su marido, la cual se va esbozando a lo largo del libro. Casi como si, a lo largo de una conversación, Montero se fuera abriendo paulatinamente a nosotros; y ya hacia el final fluyeran sus palabras como un torrente catártico.
Ambas mujeres son reflejo la una de la otra. Y no me refiero con eso a que la autora busque emular a Curie. Sino que, al leer su diario, vio reflejada en ella su humanidad, su pérdida, su soledad, sus luchas, su dolor. Sentimientos que van más allá del tiempo, del espacio, la clase social o la rama del conocimiento en que cada uno se desempeñe. Son parte de aquellos sentimientos y aquellos ritos de paso de la vida que nos hacen a todos un poco más humanos. Un poco más adultos. Un poco más compasivos.
Por supuesto, Montero habla de la vida de Marie Curie. De aquel arco casi increíble, propulsado por un talento y una fuerza de voluntad fuera de lo común en un ser humano -hombre o mujer- en una época en que acceder al conocimiento era infinitamente más difícil de lo que es hoy, que sigue siéndolo. Y encima -mal que le pese a ella misma- sorteando las barreras del género, de la geografía, de los recursos…venciendo, sorteando, resolviendo. Algo que se convierte en paisaje al ver los esfuerzos titánicos con los que los Curie aislaron el radio y el polonio, y luego los pusieron al servicio de la humanidad en la primera guerra mundial.
Nunca había leído algo tan personal. Nunca había leído algo tan delicado.
Through the looking glass 
¡Hola! No eres la primer lectora que describe este libro como muy personal, yo tengo este libro en pendientes pero me gustaría leer algo más de la autora antes de llegar a el, creo que me va a gustar porque me interesa Marie Curie, estoy segura que su relación con Pierre Curie debió ser interesante. ¡Saludos!
Hola! Recomendado muy calurosamente: un retrato de una pareja especial. Saludos!