Las Montañas de Buda

Nada me había preparado para este libro. A primera vista un sencillo libro -un librito, pensé de forma un poco arrogante-, corto, de uno de los autores de los que me gusta leer, Javier Moro. “Este tipo debe ir al punto con este libro” pensé. Encima, un libro acerca del Tíbet, una de las tierras que he querido visitar. Así que con mucha ilusión lo leí y comencé a leer.

Oh, por Dios. Yo no estaba preparada para este libro tan duro. 

Duro. Más duro que el invierno en el Himalaya. Peor que las rocas y los paisajes cuasi lunares propios del Techo del Mundo. Duro, como respirar a 5.000 metros de altura, donde el oxígeno escasea a pesar de estar rodeados de aire. Duro, como la vida desde el inicio de los tiempos. Duro, como la forma en que los seres humanos nos tratamos los unos a los otros.

Y, en su reverso, que libro tan conmovedor. En apenas 302 páginas -que componen la edición de Booket, que fue la que leí- Moro muestra no sólo lo difícil que ha significado para el estilo de vida del Tíbet la dominación china. Habla del cambio en su estilo de vida, del cambio en la educación, de la llegada de inmigrantes y el cambio cultural, y el impacto que han tenido sobre el pueblo tibetano. También, muestra la alegría sencilla y el buen humor de un pueblo tranquilo, manso y paciente. Gente profundamente enraizada en los principios de su religión y en su deseo de poder continuar con su estilo de vida apegado a las montañas, a la naturaleza, a sus montañas llenas de templos, a la devoción, a los lamas, a Buda…

Leyendo, sentía a veces que a Moro podía írsele la mano describiendo a los protagonistas de esta historia, casi todos religiosos tibetanos; y que, a mi juicio, arriesgaba a caer en el maniqueísmo de asignar demasiadas virtudes a sus personajes, y más bien pocos defectos. ¿Cómo puede un ser humano -un pueblo- ser tan manso, sin ser menso (como decimos en Colombia) y, sobre todo, sentir y transmitir tanta paz?

Creo que tendré que viajar al Tíbet -o por lo menos a Nepal- para poder comprender mejor este fenómeno. Las palabras de Moro, sus descripciones y sus historias me han abierto una ventana al Techo del Mundo, y ya lo quiero explorar.

This entry was published on February 19, 2024 at 9:00 am. It’s filed under Lectura and tagged , , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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