La Armadura de la Luz

De nuevo, volví a las calles de Kingsbridge. Esta vez, Follett sitúa la historia entre la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas. En este momento, comienza la Era de las Revoluciones que -a su manera caótica- dio inicio a su vez a la Edad Contemporánea.

Comienza la Revolución Industrial. En Reino Unido, sin saberlo, se empiezan a dar las condiciones para convertirse en la gran potencia de la época; y Kingsbridge no se sustrae a esta época de cambios. La llegada de las máquinas (la Hiladora Jenny y la Máquina Jacquard), la creación de los Sindicatos, el rol de las Sociedades de Ayuda Mutua, los Luditas, la Ilustración Escocesa (de la que surgieron personajes como Adam Smith y James Watt) y la importancia de la alfabetización.

Al contrario de la globalización galopante que viví en Una Columna de Fuego (link), donde el autor podía situarnos en un galeón, en Amberes, en Kingsbridge o en París, en esta novela el foco vuelve a situarse sobre el pueblo y sus habitantes. Y es como si el libro se recogiera. Por eso, el ritmo se siente más sosegado, el tono más suave, la narrativa, incluso, más lenta…porque después de las aventuras de Ned Willard, Kingsbridge vuelve a ser ese acogedor rinconcito inglés que, a la larga, nunca ha dejado de ser. 

En esta entrega, me sorprendí caminando por las calles de Bruselas. Dadas las Guerras Napoleónicas, la acción se traslada momentáneamente a Bruselas, Valonia e incluso ¡Wavre!  (a 40 minutos a pie de donde estudié), donde no sabía que había ido a dar el alto mando prusiano en Waterloo. Desde las páginas del libro, sentí que la Grand Place, la Rue de la Blanchisserie, el Sablon,  Charleroi y Valonia volvían a mi memoria.

Follett cambia de velocidades: pasa de los ímpetus de la Batalla de Waterloo a la cotidianidad de Kingsbridge, sin dejar de intrigar. Hubo momentos, ya sobre el final de la obra, en los que me sorprendí preguntándome en varios momentos del día “¿qué estaría pasando en Kingsbridge?” con el aire de quien estuviera esperando una noticia. Porque la prosa de Follett es así: te atrapa y no te suelta hasta que no hayas leído hasta la última palabra del libro.

Todos estos acontecimientos históricos se ven representados en las vidas de los ciudadanos de Kingsbridge que conforman esta entrega de la saga. Joseph Hornbeam, Amos Barrowfield, el brillante David Shoveller, el ascenso social de Kit Clitheroe y su madre Sal (protagonistas del libro), el bondadoso Roger Riddick, la arribista Jane, los nobles del condado, los esquiroles irlandeses; y hasta rumores desde las lejanas tierras de Australia. Todas las voces que conforman la vida de Kingsbridge en esta entrega.

This entry was published on April 8, 2024 at 9:00 am. It’s filed under Lectura and tagged , , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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