Nunca

A mí nunca, nunca antes, un libro me había dejado tan perturbada como…Nunca. 

Comenzando por su título, que considero de una mordacidad concisa y brutal, por los dos ejemplos de guerras mundiales que tenemos encima. Siguiendo por las siniestras advertencias que se ven en la solapa y en la primera página de mi edición: 

(imágenes) 

Yo entiendo estos párrafos así. Nadie lo quiere, la guerra siempre será la última opción para un líder (si está en sus cabales). Pero eso tampoco quiere decir que por no quererlo no vaya a suceder: sólo hay que ver el rechazo que existía a la idea de una Segunda Guerra Mundial el siglo pasado…y cómo terminó el mundo sumergido en ella.

Lo que me lleva al mundo actual. Hay un entramado complejo de tratados, foros oficiales y extraoficiales, canales de comunicación oficiales y extraoficiales, organizaciones supranacionales, zonas de transición, zonas de amortiguación; amen de un catálogo amplio de diplomacia que va desde la gestión diaria de una embajada hasta las acciones disuasorias al alcance de las potencias nucleares, con tal de evitar caer en una guerra de proporciones nucleares.

En resumen, nuestro mundo complejo, volátil, caliente y ambiguo (VUCA en inglés, VICA en español) está tan armado y tan enclaustrado en engavillas y camarillas (por decirlo de una manera colombiana) hoy, como lo estaba en 1.914, el día antes de que asesinaran a Francisco Fernando durante un paseo por Sarajevo. Y eso es lo que realmente da miedo. Porque la cadena de eventos que recorre el libro es muy factible; y la dinámica caótica de acciones y reacciones tipo Bolas de billar que describen las 832 páginas que contiene esta edición son perfectamente posibles en muchos escenarios, los cuales seguramente ya han sido catalogados y estudiados en ejercicios de prospectiva y de combate por parte de las potencias actuales del globo. Recuerden: el batir de unas alas en la Amazonía puede perfectamente provocar un huracán. Sólo hay que hacerlo en el momento y de la manera adecuada. Y ese es el mensaje de este libro: hay que estar siempre alertas, pues la paz es frágil; y la democracia y las libertades lo son aún más.

Como siempre, en ningún momento del libro (ninguno) con la probable excepción del origen de la cocaína y su ruta desde Buenaventura (link) se menciona a Suramérica. Esencialmente, valemos madres. Y creo que, desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania y se comenzó a calentar el Mar de China Meridional todos creemos en esta región del mundo que eso es bonito y está bien:

Esto es “liviano” para alguien que sabe relaciones internacionales y acerca del invierno nuclear, pero en un mundo duro, se vale soñar

Y, de paso, en que los países latinos nos queremos mucho los unos a los otros y realmente no necesitamos andar de pelea, porque por nosotros nada va a comenzar ni a terminar.

Así pues, abróchense los cinturones para asistir a un drama (dra-mo-no-nóónn) de espías, con todo y romance en las arenas del desierto, champaña y aviones privados. Mientras tanto, vemos cómo el crimen actúa de manera trasnacional, y se exponen las maneras en las que la política internacional de los Estados se articula en la lucha contra el terrorismo a través de los distintos mecanismos formales e informales de comunicación, de acción y -en bastantes casos- de financiación. Todo esto, sin dejar de lado los aspectos más humanos de estos conflictos: la migración, la reunificación familiar, o la vida y los peligros a los que se expone el personal diplomático en el cumplimiento de sus labores. 

Este libro es un deleite para las personas a las que nos gusta o hemos estudiado relaciones internacionales. Pero no por eso es académico, o es menos literaria. Al contrario: es una lectura ágil y sincera, que toma el pulso del mundo a nuestro alrededor. Simplemente, para el ojo entrenado, los detalles de relaciones internacionales están ahí, presentes.

Al mismo tiempo, sin descuidar los detalles de la historia, no deja de hacernos una advertencia a lo largo de todas sus letras: nuestro mundo es frágil. Su equilibrio de poderes es frágil. Y se requiere de un esfuerzo enorme y de una unión de voluntades universal para preservar nuestro estado de derecho y no caer en el abismo del caos y de la ley del más fuerte.

This entry was published on July 29, 2024 at 9:00 am. It’s filed under Lectura and tagged , , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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