I’m glad my Mom died

Ríos de tinta han corrido acerca de lo que llaman las “niñas Disney” o “niños Nickelodeon”. Así se ha llamado a esa generación de actores que vimos crecer delante de las cámaras al principio del siglo, de los que Ariana Grande, Selena Gómez o Vanessa Hudgens pudieron ser los nombres más sonados después de la Princesa del Pop, Britney Spears, chica Disney por excelencia. 

Y este libro, que me había llamado la atención por su portada llamativa y su título medio desafiante en la librería amarilla, resultó ser un libro escrito por una de estas estrellitas. Y vaya remezón galáctico el que me dio leerlo.

Vaya libro tan duro. Vaya libro tan fuerte. Vaya dimensiones astronómicas las del maltrato, las del abuso, las de la manipulación a las que fue sometida la autora, que las cuenta con transparencia casi ingenua. Como si, al compartirlas en blanco y negro, buscara darle un mejor entendimiento a los acontecimientos que vivió durante esos años. Comprender mejor a esa madre, que está mejor donde está ahora. 

Porque McCurdy construye un personaje complejo con su madre. A partes iguales líder de culto, maltratadora, hipócrita, infiel, amorosa, sacrificada y valiente en su lucha contra el cáncer, la señora se va revelando una joyita a lo largo de las páginas. En su obsesión por vivirle la vida a su hija para que ésta pueda mejorar su condición económica, va entrando en detalles que son cada vez más sórdidos: desde la obsesión con peinar a la autora, hasta bañarla con su hermano bien entrada la adolescencia, hasta producirle trastornos alimentarios…hasta cosas bastante peores, que llevan a una revelación final.  

Esta memoria valiente y sencilla es un retrato de aquellos aspectos más oscuros de la Americanah: la cultura de las celebrities, la obsesión con la fama y el dinero, el sueño americano frustrado, las autopistas interminables, entre varios otros. La autora repasa sus días desde una relativa pobreza en un pueblo pequeño del país, hasta su entrada al estrellato gracias a un papel en una serie de Nickelodeon. Todo esto guiado por la estela de la relación son esa madre en apariencia perfecta y siempre inalcanzable. Siempre dosificando el amor. Qué infamia. Que dolor.

This entry was published on August 26, 2024 at 9:00 am. It’s filed under Lectura, Reflexiones Lectoras and tagged , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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