Lessons in Chemistry

La famosa pièce de resistance comprada en Barnes & Noble. Una historia ambientada en pleno epicentro de la segunda ola del feminismo: Estados Unidos. El libro recoge la increíble historia de Elizabeth Zott, química brillante reducida a presentar un programa de cocina porque…siempre pagará mejor la TV que el laboratorio, y eso lo sabe apreciar una madre soltera con una maestría en química, que termina siendo más inteligente que todos. 

Lecciones de Química surge como un clamor de justicia, pues, según cuenta Bonnie Garmus, autora de esta sensación, hasta el día de hoy hay quienes siguen tomando crédito por el trabajo de las mujeres. Nos ha pasado a todas, en (casi) todos los contextos. 

La señora Garmus toma buena nota de ello; y toma muy buena nota del comportamiento humano. Especialmente del sesgo de género. Este demuestra cómo algunos de esos comportamientos, señalados como netamente femeninos (como el chismorreo, los señalamientos o la moral estrecha), son adoptados de muy buena gana por los mismos hombres a lo largo de la novela, con tal de mantener sus comodidades, sin darse cuenta de que los tiempos están cambiando. 

El libro está dotado de unos giros que me dejaron al borde de los gritos más de una vez. Las tragedias de Calvin, los cambios de Elizabeth, la amistad de Walter y el apoyo y empoderamiento de Harriet la hacen una novela profundamente humana. Una obra que busca contar una gran historia -la de la búsqueda del acceso a la igualdad por parte de las mujeres- a través de pequeñas historias. Las de sus personajes. Y el final…ni lo menciono. Sólo digo que, aunque pude sentirlo un poco apresurado por un segundo, fue otra oportunidad en la que me tuve que tapar la boca con la mano del asombro para no gritar. 

El mejor personaje fue, sin dudarlo, un animal. Seis-Treinta, el genial perro de la familia, se robó el show varias veces a lo largo del libro. Fue el toque peludo y dulce que un libro tan fuerte -y personajes con diálogos tan fuertes, incluso Mad en su infancia- necesitan, para equilibrar la balanza. 

La novela se siente un poco como un slow burner en los primeros capítulos. Paciencia. Esta lectura paga. Precisamente por el uso de esos giros en la estructura de la novela, es que se necesita que empiece con ese aire tranquilito. Porque cuando coge vapor, sale como un cohete, todas las historias se entrecruzan como en un baile; y descubre uno que un apellido de seis letras que le dieron al principio de la novela, resulta ser una persona super importante que ayuda al desarrollo de la trama y entonces agradece que le hayan dado ese detalle cuando todo estaba leeeento, porque lo pudo coger a tiempo. 

Si quieren ahondar más en el libro, recomiendo estas dos reseñas de parte de The New york Times: esta y esta otra

Un libro muy conmovedor. Con un final inesperado; agridulce, pero satisfactorio. Como han sido los avances en este movimiento llamado feminismo, que busca recordar que (con sus privilegios y responsabilidades) las mujeres hemos sostenido la mitad del cielo desde siempre.

This entry was published on September 2, 2024 at 9:00 am. It’s filed under Lectura and tagged , , , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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