El Descontento

Me encontré con esta sencilla y genial novela corta el sábado, andando con mi novio por un centro comercial. La compré, porque recordé que algo había oído acerca de ella. Y el domingo por la mañana, picada por la curiosidad, la leí. Así, de un tirón; porque estas novelas son de las que no se sueltan. Y, al ser corta, pudo ser un ejercicio de una mañana; por lo que la recomiendo sin dudar para un lector que quiera iniciarse, para alguien que quiera retomar o que sienta un bloqueo; o para alguien que quiera tener una lectura de descanso entre una que pueda ser muy densa. 

Con un lenguaje sencillo y directo, Beatriz Serrano hace una disección del desasosiego. El desasosiego que produce una vida vacía, una vida sin dirección ni propósito, donde se ve los días pasar mientras se cumplen labores irrelevantes y se cultivan conversaciones insustanciales y relaciones circunstanciales. Una vida que produce una lenta erosión emocional y espiritual. Por eso, no es en vano que Marisa, la protagonista, trabaje en una agencia de publicidad (sin ser publicista): detrás de su trabajo, Serrano esconde una crítica a nuestra cultura, que convierte hasta a la salud mental en un objeto de consumo. Hilando más fino, la convirtió a ella misma, una persona ajena al mundo de la publicidad, en un objeto de consumo por parte de este medio. Y tal vez, este sea el desasosiego en el germen de lo que Marisa se reprocha. 

Su estructura en cuanto a la forma de las partes y los capítulos es sui generis; pero su manera de usar el lenguaje (sencillo, directo, sin dobleces) me recordó mucho a Melba Escobar en La casa de la belleza. Cada frase es una lanza; cada palabra, un recurso que Serrano sabe usar para dirigir al lector hacia una conclusión por tiempos hilarante, por tiempos sorpresiva -y sorprendente- y que deja al lector, al final, con una sensación de confort, y de haber encontrado un final integral a lo planteado en una novela corta. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

This entry was published on April 21, 2025 at 9:00 am. It’s filed under Lectura and tagged , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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