El viaje está a punto. ¿A punto de qué? Pues a punto. Y en su punto. Es decir, ya cogió vapor: ya el itinerario está definido (remember Valencia) con alojamientos, transportes y las actividades principales de cada día, entre visitas a monumentos y excursiones.
Tras una sentada con el Hermano a pensarle, definimos incluso qué haríamos en ese último día que nos quedaba pendiente en España. Simplemente moveríamos uno de los días que teníamos programados para conocer en cercanías de Madrid, mi Papá y yo buscaríamos itinerario para ese día en la ciudad; y nos encontraríamos con mi hermano y mi cuñado en Atocha.
Por ahí sufrí un poco buscando -de nuevo- el hotel en Madrid para el segundo tramo de días que nos quedaríamos en la ciudad. Sin embargo, encontré un hotel de los que están cerca al aeropuerto muy conveniente, ya que está cerca al Metro de Madrid y tiene traslado al aeropuerto para cuando lo necesitemos.
Así las cosas, ya sólo queda esperar que se habilite la venta de los billetes de tren y autobús, y de las boletas a los demás monumentos del viaje, según mi tabla de tiempos. Se ve que este viaje va a pedir de mí que le trabaje casi hasta el final; pero creo que valdrá mucho la pena.
Through the looking glass 