Echar un vistazo; pasar de un ambiente cargado de calor y de pasos a una atmósfera fresca y tranquila, donde predomina el olor a papel para escabullirse entre las filas de estantes más o menos ordenados y dar un vistazo. Eso es ir a una librería para mí.
Se pueden encontrar tesoros en el anaquel del fondo; o, como en algunos casos, nunca dejar la sección de novedades (o cualquier sección: es posible ser un lector temático) y disfrutar de ir a al librería. Se puede desaparecer momentáneamente entre los autores de la sección de literatura, pensando cómo llegar al alma humana o leer mejor a la Humanidad como colectivo, o se puede ir directamente al grano, como con una lista de mercado.