He llegado al BookHalla…al menos en lo que a Helena concierne. Ya leí el tercer y último libro en su historia: El Libro de las Heridas, que hace honor a su nombre.
Comenzamos en grande: hay plagas, muerte y destrucción, como si fueran un anuncio de lo que se viene. Esto permite que el libro describa las artes mágicas, así como el rol y la importancia de los sacerdotes, médicos y escribas en Troya, antes que la de los propios héroes de la épica griega que conocemos, o de los estrategas militares.
Como si Irene Vallejo no hubiera sido lo suficientemente clara en su obra, la preservación de los pensamientos y de los conocimientos en un medio como el papel -frágil en sí mismo, pero más fuerte que la memoria humana- ha sido una de las grandes victorias de la Humanidad. Y el hecho de que escriba estas líneas -y ustedes las lean- en un hipertexto y no en una vitela no es otra cosa que la continuación de un ejercicio de preservación comenzado por personas que bien habrían podido ser Tiresias, Etra o Azzari (personajes del libro) en la Antigüedad.
Lo mismo sucede con la medicina. Nuestros médicos actuales descienden de Galeno, y su búsqueda incesante de conocimiento (a veces, a pesar de otros grupos de poder) ha sido lo que ha guiado el progreso científico de la Humanidad. Como ejemplo, se ha rastreado el uso de los compuestos de la aspirina desde el antiguo Egipto; y hay murales en templos que permiten entender lo avanzados que estaban en medicina como civilización, a pesar de vivir miles de años antes de nosotros.

Por último, lo sagrado y las artes mágicas. Lo pongo en el mismo párrafo porque, en el mundo antiguo, se entrelazaban. Y, de nuevo, Arciniegas habla no sólo ya desde lo descriptivo sino desde lo narrativo acerca de la importancia del consuelo que proporciona un sistema de creencias durante circunstancias tan aciagas como una guerra prolongada. Arrecia la incertidumbre, ignoras si tus seres queridos volverán; o, siquiera, si tendrás comida en la mesa. Por lo tanto, tener una esperanza a la cual se te permita dirigirte -o un propósito mayor- o un consuelo que te dé luz en tus horas oscuras, daba esperanza a los Troyanos y les permitían sentir algo de control en una espiral de acontecimientos cada vez más violentos.

Este libro es sobre cómo la violencia se impone a la civilización. Así sea por lo que, según se nos ha dicho toda la vida, “son las razones correctas”. Por eso, este libro hace honor al nombre: por las heridas de todo tipo que se ven en todos los personajes. Heridas físicas, que tratan los médicos. Son las heridas del cuerpo, y de ahí las descripciones ellas, sus tratamientos y medicinas. Pero también están las heridas del alma, las que nadie ve. Para esas están la religión, la magia y el amor.