Un esqueleto traumatizado

¿Y cómo organizo? Aprovecho para contarlo, pues ya tenemos un esqueleto. Y uno que parece bailar bien, a pesar de estar traumatizado. 

Y digo traumatizado, porque haciendo memoria, caí en cuenta de que estructuré un método para armar mis paseos a raíz de un pequeño trauma viajero (la historia completa de nuestro trauma acá). El trauma en cuestión fue haberme olvidado del concepto de día hotelero (que comienza a las 11.00 a.m.) y haber pensado solamente en el día calendario, el que empieza a la media noche. Resultado: llegamos a las 2.00 a.m. a Estambul, podridos de sueño, justo a tiempo para que nos avisaran en el hotel que no teníamos alojamiento por esa noche. 

Es cierto que muy amablemente nos ayudaron en la Recepción, y a las 3.30 a.m. estábamos durmiendo en un hotel cercano. Pero digamos que la experiencia de estar sin alojamiento en una ciudad muy, muy lejana es algo que pasma momentáneamente cualquier sensación de cansancio y lo deja a uno como electrificado. Esa sensación no es agradable y no quiero repetirla. Menos aún pensando que la logística en esta ocasión está 100% a mi cargo (en la ocasión anterior era mancomunada), y no quisiera un desajuste.

Obviamente comienzo delimitando la cantidad de días con los que podemos contar todos. Esto solía ser fácil, pero desde la pandemia se nos han ido poniendo las cosas un poco más complejas con las agendas. Pero eventualmente se puede, y nos ponemos de acuerdo en un número de días o en cómo debe ser el paseo. 

Luego, empieza la parte de la logística. Lo primero que hago es revisar la disponibilidad en las conexiones de transporte y hacer las reservas hoteleras. Sobre todo, me enfoco en este último punto; y (por motivos muy obvios) siento que no hay paseo hasta que los hoteles no están en firme. 

Ya con eso en mente, le añado lo que yo llamo el relleno (las actividades) a cada uno de los días que pasamos en esa ciudad: armo las guías, los recorridos. Pero se parte de la base de que la estructura (los hoteles y el transporte) que sostiene el viaje ya está lista para desarrollar el resto. A veces, puede suceder que haya algún pequeño cambio; pero para que esto suceda en esta etapa tiene que ser algo bastante excepcional.

Es como si cada viaje fuera un cuerpo: los huesos, lo que lo sostiene, son los gastos duros: los tiquetes, los hoteles. Los órganos son los transportes. La grasa y los músculos, las distintas actividades que llevamos a cabo cada día, y que por eso pueden variar, y es lo que le da a cada viaje su sabor.

This entry was published on April 2, 2025 at 9:00 am. It’s filed under Diario de Viaje, Viaje and tagged , , , , , , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

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