Hubo en el Siglo XX una generación de escritores y poetas norteamericanos, nacidos generalmente después de la primera posguerra mundial, y muertos entre los años cincuenta y sesenta.
Sus vidas fueron neuróticas, dominadas por la enfermedad y atormentadas por lo que pudo haber sido y no fue. Fueron aquellos que se descubrieron adultos en la época beat, y que comenzaron a cuestionar, desde la academia, el tipo de sociedad que se tenía.
Esta Generación del Desencanto no es prolífica en obras, pero sí en sentimientos y críticas al tipo de sociedad existente en el momento.
Me gustaría comprender el porqué de su comportamiento y sus decisiones (varios de entre ellos se suicidaron), pero sólo puedo conjeturar: pudo haber sido la cantidad de transiciones que tuvieron que vivir, como colectivo, entre los años 20 y los cincuenta; o tal vez la angustia existencial que puede provocar la seguidilla de dos guerras, con una atroz crisis económica en medio de ambas; o, simplemente, los cambios en el rol de la mujer, que fueron muchos pero no los suficientes como para permitir a las mujeres de la época poder desarrollar todos sus potenciales después de abandonar una posición de matronas universalmente aceptada.
Puede ser, también, que fueran particularmente sensibles frente a la vida, y se aterraran de la capacidad del siglo pasado para masificar la muerte…no lo sé, pero al menos quedan para la historia los geniales cuentos de terror de Patricia Highsmith, y las oscuras cavilaciones de Silvia Plath, quien alguna vez escribió “La muerte es mi taller”.