No quiero dejar del todo Israel sin hacer una reflexión acerca de la segregación que alcancé a vislumbrar brevemente en el Estado de Israel. A continuación, unas pequeñas observaciones que hago con respecto al tema:
**Si nos ponemos técnicos, los idiomas de Israel son el árabe, el hebreo y el inglés; y está estipulado que las señales deben ser hechos en los tres idiomas. Desgraciadamente, el úni
co sitio donde sucede esto es en el tranvía; así que estén preparados para tener que pedir que les lean incluso un tiquete de tren, como nos sucedió a nosotros. Todo, absolutamente todo, está escrito en hebreo, y si no sabes leerlo verás cómo te defiendes.
**Hablando con el taxista que nos llevó a Palestina, éste nos comentó que él vivía y trabajaba en Jerusalén, ya que era más rentable que hacerlo en Palestina, así la vivienda fuera más cara. La preguntamos si no podía hacer ambas cosas (vivir en Palestin
a y trabajar en Israel) ya que por la poca distancia entre las ciudades no sería difícil. Nos respondió que no era posible: que no bien se fuera a vivir a Palestina, se revocaría su ID israelí y no podría acceder a las oportunidades de trabajo y educación en Jerusalén, y que se tendría que limitar a la zona de Palestina en que se movilizara.
Es decir, pasaría a ser el equivalente a un ciudadano de segunda categoría, ya que vería
inmediatamente vetado el acceso a algunos privilegios que tienen quienes viven en Israel, sean judíos, cristianos o musulmanes.
** La gente es muy individualista, y muy pocas personas te podrán y querrán ayudar. Cierto, yo menciono a quienes nos ayudan; pero lo hacen después de alrededor de 10 minutos de buscar una persona que nos quiera ayudar.
En general, quiero hacer notar que la sociedad israelí es una sociedad cerrada; y que si bien antes fueron segregados, ahora son ellos los que segregan, y los que se encierran solitos.