Mi mamá solía decir que las verdades entran más fácilmente con sonrisas. Por esto, y aunque puede sonar como una admonición, el libro que me regaló Pipe este cumpleaños hace alusión a “la nueva forma de trabajar”, así como a todas las tonterías que hacemos en el trabajo día tras día. ¿El autor? Division of Labor, nombre que puede sonar engañoso pero que corresponde realmente a una agencia de publicidad.
Partiendo, de hecho, de un estudio acerca del comportamiento de las personas en sus trabajos de oficina cuyos resultados están disponibles aquí, Division of Labor recurrió a aforismos de una claridad meridiana para exponer aquellas realidades en el trabajo que disparan nuestras neurosis cotidianas; y que incluso son sujeto de censura o de burla con nuestros familiares y amigos una vez que entramos al a veces descabellado mundillo laboral; una réplica bastante interesante del País de las Maravillas.
Viendo el texto a un nivel más profundo, es posible descubrirle una finalidad: el de recordar que todos somos humanos, y que nuestra humanidad no se desconecta ni cambia una vez traspasamos el umbral de nuestras compañías. Es un divertido llamado a la compasión, y a la comprensión de que todos estamos metidos en esto, y de que todos mal que bien vamos remando en la misma dirección.