“Concéntrese…para que no se le olvide” era como se llamaba un programa de televisión cuando era pequeña. En este formato, los concursantes debían resolver enigmas y jeroglíficos; por lo que, digamos, no era un formato de prime-time, sino más bien como del horario de los adultos, tipo 10 de la noche.
Aunque lo vi muy poquitas veces debido a mi horario de sueño, puedo recordar mi impaciencia ante los retos cuando me dejaban quedarme a verlo con mi papá; pues quería resolver las cosas ya…y recuerdo también la risa de mi papá ante mi efervescencia, mientras me recomendaba no ser tan volcánica.
Con el paso del tiempo aprendí a ser menos volcánica; pero todavía me cuesta el ajedrez. Digamos, entonces, que el objetivo no está cumplido; pues no sólo me gustaría poder ser muchísimo más cerebral y mental para hacer las cosas; sino que me gustaría que no fuera un esfuerzo consciente, sino que fuera algo que me “brota” inconscientemente. Y para eso se necesita poner atención a lo que te rodea…
…lo cual me llamó poderosamente la atención de Focus, el motor oculto de la excelencia; libro con el cual terminé marzo. Escrito por Andrew Coleman, el libro trata acerca del tesoro más discreto e importante de nuestro tiempo: la atención; facultad que no parece estarse ejercitando mucho en este tiempo de smartphones, empleados multitarea y atención selectiva.
El libro comienza, tal vez, requiriendo mucha parte de nuestra atención, pues hace un análisis de aquellos mecanismos cerebrales en los que se origina la atención del ser humano; así como de los diversos mecanismos que ha implementado la Humanidad a lo largo de su existencia para mantenerla y reforzarla; así como de los ejemplos que ha tenido la Humanidad de individuos muy enfocados en sus metas y en cómo alcanzarlas
En una segunda parte, el libro ya se enfoca en la variante más gerencial del tema. Así, da a comprender por qué la atención debe ser un eje fundamental en el desarrollo de las empresas, y de la cultura organizacional; pues mantenerse enfocado y concentrado es el único mecanismo que lleva al éxito.
Rescato del libro esta cita, que considero oro en polvo para aquellos que, como yo, estamos obsesionados con la estrategia y la planeación:
“Estrategia es saber hacia dónde dirigir la atención”
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