Lo siento, Mariah Carey y Justin Bieber, pero la Navidad no es sólo regalos. Es familia, es amor, es tradición y es agradecimiento. No obstante, en el ámbito corporativo, los regalos se entienden como una muestra de aprecio y agradecimiento por el trabajo hecho e el último año; y de eso vengo a hablar hoy.
Recuerdo haber visto a mi papá traer los regalos que recibía en la oficina cuando era pequeña; que (a mis ojos de niña) eran asombrosos: anchetas con importados (nuestra economía en esa época apenas estaba abriéndose a los mercados internacionales, así que eran un lujo) como chocolates, conservas y licores, entre los que se destacaban whiskies mayores que yo. Con el tiempo –y el cambio en las condiciones económicas- creí que la costumbre de dar estos regalos se había perdido; pero entré a mi trabajo y vi que no.
De hecho, me hizo darme cuenta de que había crecido de forma recluida frente a ellos y, más grave todavía, frente a la forma correcta de recibirlos o darlos. Una cosa es recibir regalos de tu familia y amigos; pero otra muy distinta es recibirlos en el trabajo. Inmediatamente surgen las inquietudes (que, en mi caso, son casi susto) ¿Debes corresponder? ¿No debes hacerlo? ¿Hay que mandar una nota de agradecimiento? ¿Qué pasa si me llevan regalo y yo no llevo? (P.L.O.P. trágame tierra) o la peor: ¿Es correcto, siquiera, llevar un regalo?¿No es too much? Creo que ya entienden mi situación…
Así pues, este año me armé de valor (y de muy apreciados consejos de mis senseis) para poder entregar regalos sin pecar por exceso o defecto y, sobre todo, sin hacer quedar mal a mi oficina; ya que si hay algo que no perdone es el mal gusto. Como colofón, les comparto algunos:
- Sólo dé regalos si está realmente agradecida con los servicios prestados por esa persona durante el año. Si es alguien a quien no ha visto/hablado/escrito en los últimos 365 días, con una tarjeta está más que bien.
- Puede dar regalos grupales, si es el caso de un equipo de trabajo. En este caso, una torta para el algo queda muy bien y es muy bien recibida en esta época de pecados gastronómicos.
- Los regalos individuales también pueden ser comestibles. En este caso, se recomienda cosas especiales, como chocolates o panes artesanales
- Los regalos generalmente se acompañan de una tarjeta agradeciendo, idealmente manuscrita. Sino, que al menos sea una tarjeta firmada por quien manda el regalo.
- Si le quiere dar regalo al jefe (alerta de terreno espinoso aquí), lo ideal es que sea un regalo sencillo. Para los compañeros de trabajo, es mejor aplica el regalo grupal: invite a tomar café o a comer una torta, o a tomar el algo. Si quiere darle un regalo a algún compañero especial, déselo en una ocasión en que lo vea por fuera del trabajo, para no dar el cante.
- Los regalos de los proveedores, normalmente, se les entregan al personal de apoyo.
Excelentes recomendaciones!!!
Gracias tía!