El regalo de un libro, además de un obsequio, es un delicado elogio
Anónimo
Creo ciegamente en esa cita. Por eso, uno de los objetos que más me gusta regalar son libros. Sin importar la ocasión, voy a la librería y me puedo quedar hasta hora y media rebuscando, escogiendo y leyendo contraportadas que –espero- sean del gusto del destinatario. Con mayor razón, si ese destinatario es mi hermano.
Pipe es una de las personas que más recibe libros de parte mía; y que recibe –además- varias veces en el año. Esta vez, parte de su aguinaldo fue un ejemplar de “La pregunta difícil”, la biografía de Rodolfo Llinás; el neurocientífico colombiano descubridor de los canales de calcio en las neuronas, la interacción entre el cerebelo y la oliva cerebral. Además, es autor de teorías acerca del funcionamiento de la mente y la conciencia, entre ellas la vibración talámica; fruto de sus más de cuarenta años de investigaciones relacionadas con la fisiología cerebral.
Pensé que, siendo médico de formación –como Llinás- a Pipe le llamarían la atención los trabajos del científico; pero quien ha disfrutado más de este libro hasta la fecha…he sido yo. Que vergüenza: ya leí el regalo de mi hermano. Él (lleno de trabajo, terminando sus actividades académicas del año) no lo ha tocado; mientras que yo lo terminé en dos sentadas. Y habría sido una sola, si las sesiones de lectura no hubieran sido de noche.
(Cuando ya lo iba a terminar, el miércoles por la noche)
Sus 169 páginas se leen con una facilidad asombrosa, si nos detenemos a pensar que es la biografía de un neurocientífico en la que se exponen sus teorías, sus descubrimientos y su material de trabajo: el cerebro humano, con todos sus detalles anatómicos. Esto es porque la prosa de Pablo Correa, el autor, pone en palabras sencillas todos los conceptos científicos tan bellos y tan sutiles que ha desarrollado Llinás; mientras entreteje las décadas de infatigable trabajo y controversias con acontecimientos familiares y personales del científico, que ayudan a suavizarlo y le dan un toque más humano y, en ocasiones hasta humorístico al retrato que plantea esta biografía.
Me gustó mucho ver cómo, subyacente a este retrato, surgen los rasgos de personalidad del científico más reconocido de Colombia. Su amor por el trabajo, sus ganas de ser un pionero y abrir camino; su gusto por enfocar los problemas de forma diferente a la tradicional, su creatividad, sus ganas de resolver problemas. Su infatigable curiosidad… un ser humano complejo y fascinante, que sólo podría dedicarse a resolver los acertijos que plantea una estructura tan especial como él. De esta lectura, me quedan unas ganas locas de seguir conociendo acerca de sus trabajos; y en particular, de leer El cerebro y el mito del yo.
Las descripciones del trabajo acerca de la conciencia me dejaron boquiabierta. Ha sido uno de esos momentos en los que siento que la realidad es simplemente una red que nos envuelve y que, de alguna manera, embota los sentidos y crea una falsa sensación de familiaridad que es la que nos lleva como un piloto automático por la vida diaria. Es un momento en que me hizo preguntarme, ¿entonces, qué es lo que nos rodea? ¿Qué es, de verdad, lo que veo; lo que oigo? Fue uno de esos momentos en los que pude ver, casi, las costuras en la trama del universo; uno de esos momentos que me proporciona la lectura que no cambiaría por nada en el mundo.
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