Desayuno en la oficina

Hace unos días llegó el mensajero y vio a la Contadora comer unas galletas. Transcribo el diálogo:

 -“¿Desayunando a esta hora?” le dijo, a lo que ella respondió que sí.

– “Yo no soy capaz de desayunar tan tarde” comentó el, a lo que yo dije

– “¡Ah, entonces es usted de los míos, desayunando temprano! Yo desayuno a las cinco o a las seis según el día, ¿usted a qué horas?”

Y ahí los dos se quedaron viéndome, de piedra.

Al parecer, desayuno muy temprano para los estándares oficineros. En Colombia, las personas suelen parar momentáneamente por la mañana, alrededor de las 9.00 a.m., para desayunar. Una costumbre que encuentro arcaica, de mal gusto, de baja productividad y, encima, que puede ser perjudicial para la salud por la calidad de la comida en la oficina.

A no ser que vaya a hacer ejercicio tipo 6.00 muy a.m., siempre he preferido desayunar antes de salir de mi casa. Salgo estando ya totalmente lista para acometer las tareas de mi día; sin tener ningún pendiente personal en el cual pensar. Llego simplemente a sacar labores adelante. Para hacer esto se necesita energía; y como desayuné antes de salir, llego a la oficina con todas las pilas puestas y sin sentir la pesadez asociada a la llenura que en algunas ocasiones nos ataca. Por tal motivo, llego con buenos ánimos y mucha disposición de trabajar, lo que hago de corrido hasta el mediodía.

Adicionalmente, si desayuno en mi casa me es posible controlar la calidad de la comida con la que voy a comenzar mi día. Me gusta comenzarlo con una mezcla de frutas con yogur dietético, maní y algo de proteína, como una tajada de jamón o de queso. Personalmente, no he visto muchas opciones así en los restaurantes o las máquinas expendedoras de cualquier edificio de oficinas o restaurante de empresa. He visto, por el contrario, opciones llenas de azúcar adicionada y carbohidratos; que dan energía para hoy, pero grasa para mañana.

Siendo como soy una “persona de la mañana” (es decir, que es naturalmente madrugadora y es más productiva en las primeras horas del día) sólo veo beneficios para un desayuno temprano y…¡a trabajar!

This entry was published on April 13, 2018 at 9:00 am and is filed under Vida oficinera. Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

3 thoughts on “Desayuno en la oficina

  1. Esa costumbre viene de los campesinos antioqueños que madrugaban a trabajar y se tomaban “los tragos”, una aguapanela, y a las 9 o 10 de la mañana, se comían tremendo desayuno, con frisoles, arroz, carne y huevo. Se volvieron ciudadanos pero siguen comiendo como campesinos.

    • Eso explica muchas cosas… incluido el sobrepeso por la dieta y la composición de los almuerzos ejecutivos. ¿Pero el mismo origen aplica para las demás ciudades del país?

  2. Pingback: San Valentín corporativo | Through the looking glass

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