De ocupación, agente de viajes (autodidacta).

Como ya había dicho antes, armar un viaje como armando algo en Estralandia se puede llegar a convertir en un segundo turno de trabajo. Aunque es infinitamente agradable por la ilusión que genera el proyecto, no deja de ser una actividad exigente en cuanto a atención y disposición de los recursos.

Precisamente, uno de mis recuerdos más persistentes del viaje de 2014 fue su preparación. Salía todos los días del trabajo, al final de la tarde, y enrumbaba hacia la casa de mis tías para ayudar en el diseño del mismo. Allá, nos tomaríamos generalmente hasta cerca de la media noche cada día para hacer “trabajo de carpintería” hasta armar el esqueleto del viaje. Poco a poco, sin pausa pero sin prisa; el viaje fue tomando forma a manos, principalmente, de mi TiaViajera.

Concedo que puede ser una prueba de carácter hacer un viaje. Máxime si hay que poner personas con gustos diferentes de acuerdo en lo que éste va a incluir. Es una responsabilidad tremenda; una labor delicada (casi quirúrgica) y amerita una cierta disposición innata a hacerlo. Aquí, van algunas cualidades que, creo, son propias (pero no requeridas) para poder sentarse a diseñar y preparar un viaje que sea memorable.

  • Una curiosidad casi infinita. Quien prepara su viaje tiene, de alguna manera, alma de beta-tester. Este es un sujeto al que le gusta probar todo en su versión de prueba, o beta. Así, podemos decir que esta persona tiene en su carácter cierta tolerancia a tomar riesgos medidos y le gusta conocer su entorno.
  • Toma la iniciativa. Tomar la iniciativa es hacer lo incómodo. ¿No es más fácil que a uno le hagan las cosas, que uno hacerlas? Infinitamente. Por eso es que la gente paga, de una vez, los paquetes de viaje; en lugar de salir ellos mismos a buscar que las cosas pasen. Una persona que toma la iniciativa está dispuesta a salir de su zona de confort para buscar una experiencia más personalizada.
  • Atención al detalle y enfoque. Diseñar un viaje, y correr el riesgo (muy real) de meter la pata muy lejos de casa es un trabajo casi quirúrgico de lo delicado. Como tal, amerita una personalidad que tenga mucha atención por los detalles. Que revise, una y otra vez, para que las fechas de un alojamiento no se traslapen con las de otro; para no reservar actividades en una ciudad justo cuando se está en la otra; y para revisar muy bien que los lugares más importantes no estén siendo, precisamente, sujeto de restauración cuando estemos allá.
  • Dedicación y perseverancia. Nadie creería que esto tiene relación con planear viajes; pero muchas veces la respuesta precisa a la pregunta que uno está haciendo está en la siguiente página de Google; o en el trigésimo blog de viajes que aparece; o en el décimo nono comentario en un foro de Internet. Para todas las preguntas hay respuestas; sea en forma de información o de servicios disponibles. Sólo hay que tener la paciencia de buscar la respuesta, como redescubrí hace poco.
  • Ver las cosas de manera diferente: yo lo veo como buscar soluciones. Salirse a veces de la ruta trazada y buscar conocer la ciudad que viven los locales. No ir siempre solamente a los lugares a los que va todo el mundo, y no contentarse con lo que vive todo el mundo.
  • Sentido de la preservación. Lo entiendo como una cierta y saludable desconfianza de la Humanidad. Evita que caigamos en la imprudencia o que seamos víctimas de estafas en Internet: nos hace constatar que reservamos y (más importante) compramos en páginas seguras, con empresas confiables y que no nos estamos arriesgando de más.
  • Asertividad, para tomar las decisiones cuando haya que tomarlas. Para no dudar al momento de hacer click en “comprar” cualquier cosa; o en escoger si vamos o no a algunas partes. Alguien indeciso no termina nunca de planear ni de dar marcha atrás a planes de viaje. Y aunque es muy deseable un porcentaje de flexibilidad, hay decisiones (como ir o no ir a una ciudad) que no son para cambiar.

Así que ya ven. Nada muy difícil ni que implique hacer acrobacias espirituales para que las cosas se hagan. Solamente ser una persona enfocada, decidida y responsable hace milagros en este oficio.

This entry was published on June 19, 2018 at 9:00 am. It’s filed under Diario de Viaje, Viaje and tagged , . Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

2 thoughts on “De ocupación, agente de viajes (autodidacta).

  1. Revisar los horarios de entrada a los monumentos y los días de cierre y lo mejor: El iniciar la planeación y la búsqueda de sitios a visitar, leer guías, oír o ver audioguías desde 6 meses antes del viaje, hace que se disfrute éste todo el tiempo y que al llegar sepamos bien dónde estamos parados 🙂 :), adoro planear viajes !!!!!

  2. Pingback: Divide y vencerás | Through the looking glass

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