Ceteris Paribus, el efecto mariposa y el error fundamental.

Piensen, por favor, qué relación puede existir entre lo siguiente:

  • Aranceles 50% superiores al acero turco y e consiguiente desplome de su balanza comercial.
  • Desplome del peso argentino frente al dólar de los Estados Unidos
  • Desplome del peso colombiano frente al dólar de los Estados Unidos

Como decían en mi universidad: “Cinco (nota máxima) a quien lo diga”… ¿no?…

Pues, la verdad, el mundo tampoco. Porque es un caso de efecto mariposa que ha cogido configuración de tifón en los mercados emergentes en general; y en América del Sur, en particular.

Es un problema tan viejo como las inversiones internacionales: los gestores “meten” a todos los mercados de una zona en un determinado paquete; o sea: “desarrollados” son la UE
(con todo y políticas laborales rígidas) pero también Estados Unidos, donde el empleo es “at will” y los salarios bajos. Como “Emergentes”, encontramos ejemplares bastante variopintos: desde los “nerdos” de Chile, Perú y Colombia hasta miembros más sospechosos (o menos juiciosos), como Turquía, Vietnam o India; donde la institucionalidad tiene todavía mucha tela para cortar en el próximo siglo.

Así que, al imponer aranceles 50% superiores al acero turco, la balanza comercial de este país se desploma; y detrás su moneda. Temores de una guerra comercial aún más agria con China surgen. Empieza la recta final de negociaciones del NAFTA con Canadá y México (también emergente)… sin haber alcanzado un acuerdo, para inversionistas a ambos lados de la frontera con mayor número de cruces legales en el mundo.

Este raid es seguido por la clásica afirmación de “nea, estos manes todavía no la han cogido” de tooodos los inversionistas internacionales; que, sin más, deciden retirarse de los mercados emergentes. En su T  O  T  A  L  I  D  A  D.

Es decir, no retiran sus inversiones del socio sospechosito. Se van también de los nerdos. Y ahí es donde comenzamos a sufrir nosotros, los juiciosos del vecindario; porque, en mercados emergentes “justos pagan por pecadores”, como habríamos dicho en el colegio.

Así que ahí va la primera parte del porqué estamos tan volátiles últimamente. Vamos a la segunda, para empezar a entender una tormenta perfecta.

Ceteris paribus. Cualquier persona que haya estudiado latín o economía sabe decir que la expresión quiere decir “todo lo demás sigue igual”. ¡Wrong! La única constante es el cambio; especialmente en economía; sobre todo en este momento. No sólo es peligroso sino extremadamente ingenuo pensar que las cosas siguen igual habitando un ecosistema densamente interconectado.

Y en eso han basado muchos sus cálculos, en Ceteris Paribus. Es decir, en “si las cosas siguen como van”; cuando, en materia de mercados, las cosas cambian al minuto. Y me incluyo en el lote porque, francamente, esto no lo vi venir y me tomó por sorpresa.

A pesar de que mi papá (a quien llamaron a ofrecerle compra de dólares a COP$ 3,130, según me dijo muy feliz) me dijo anoche que no me diera mucha varilla, creo firmemente que parte del aprendizaje es ver cuándo cometemos errores. Y no haber podido proyectar la subida del dólar a pesar de las insistentes señales de alerta que arrojaba el mercado a través de las noticias, es uno de ellos. Un error fundamental. Ay Dios.

This entry was published on September 7, 2018 at 9:00 am and is filed under Reflexiones Financieras. Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

One thought on “Ceteris Paribus, el efecto mariposa y el error fundamental.

  1. Y cuánto te costó el errorcito?

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