Ha comenzado un nuevo año y, para muchos (casi todos), comenzó una nueva ronda de propósitos. Ir la gimnasio, dejar de fumar, aprender inglés y pagar la cuota inicial de una casa permanecen, como hace 500 años, en el top de preferencias. Pero, ¿realmente hablamos de metas, o hablamos de deseos?
Porque, por la manera en que los formulan cada año, más parecen lo segundo. Y la tasa de deserción de los gimnasios y las academias de inglés más o menos por abril me da la razón. Es un síntoma de pensamiento mágico, que denota también ausencia de planeación: desde el momento en que se traza la meta, el Universo mágicamente me la cumplirá. Pero no hay ningún plan al respecto. Sólo lo que se conoce como “pensar con el deseo”, o Whishful Thinking, en inglés.
Hombre, no sólo por formular un deseo éste mágicamente se cumplirá. El Universo respeta a quien sueña y a quien cree; pero ante todo, respeta a quien trabaja por el cumplimiento de estas metas, y a quien cree en sí mismo. Esta frase de Napoleón (quien, como Churchill, parece tener siempre una a mano) retumba en mi cabeza cuando pienso en toda aquella gente que se queda con el deseo:
…y, para equilibrar la balanza, esta otra de Blair Waldorf; acerca de salir al mundo y hacer que las cosas pasen, en lugar de quedarse sentado viendo el mundo pasar:
Así que, ¿qué se necesita para formular una meta que valga la pena? Hace un par de años, me encontré con la Metodología SMART; la cual he venido implementando con buenos resultados. Se tata de formular metas que sean:
S -Específicas (Specific): partir ese gran deseo en pedacitos que sean acciones muy concretas.
M -Medible (Measurable): que esas acciones puedan ser medidas de alguna manera objetiva (Kilos, Pesos/USD, Días en el Gym, ingresos de un negocio propio, etc).
A – Posibles (Attainable): metas concretas, que se puedan cumplir en mis circunstancias.
R – Realistas (Realistic): que se adapten a mis circunstancias personales.
T- Temporizadas (Timely): que tengan un plazo de tiempo determinado para ser cumplidas.
¡Ojalá les sirva!
A pesar de que no creo en los propósitos de año nuevo, me ha parecido una entrada muy interesante, especialmente lo del método SMART. Tengo que decir, que aunque Napoleón me parece uno de los personajes más detestables de la historia Europea, la cita que has escogido es toda una realidad. Saludos y gran entrada!
Saludos y feliz año! Concuerdo con tu parecer sobre Napoleón; pero hay que decir que él y Churchill son particularmente prolíficos en aforismos como éste. Ojalá te sirva lo del Método SMART. Yo no soy una soñadora, sino más bine una ejecutora; así que este método me ha salido muy útil. Saludos y nos leemos!