Vermeer es uno de mis pintores favoritos. Siempre me ha fascinado la forma en que su pincel logra retratar la luz tan singular que hay en los países del norte. Una luz suave y delicada; que es un placer admirar, pues en casi todas sus pinturas, parece como si hubiera pintado el mismo aire de la habitación.
Para desgracia de la Humanidad, este artista holandés no dejó una obra extensa; circunstancia que aprovecha Susan Vreeland para bosquejar la trama de esta novela. Ésta está repartida en ocho capítulos independientes, cuyo único hilo conductor es una pintura atribuida a Vermeer: la de una joven vestida de azul, que mira por una ventana mientras sostiene en sus manos un trabajo de costura.
La pintura, que es la verdadera protagonista de la historia que se entreteje a su alrededor, parece tener el efecto de catalizar los destinos de los personajes del libro; y de aunarlos a su alrededor como si fuera un aglutinante: desde el propio Vermeer y su familia, cuya hija se pregunta cuántos extraños más disfrutarán y se conmoverán con la pintura; pasando por la Inundación de Navidad; los vaivenes de la Europa napoleónica, y hasta la Segunda Guerra Mundial y los últimos años del Siglo XX.
Un libro tan delicado como la propia pintura del maestro holandés. Ésta, desde la posición de testigo que sólo puede tener un cuadro, abre una ventana privilegiada a la intimidad de los personajes; quienes frente a él desnudan sus almas y llevan a cabo sus vidas nutriendo cada vez más el rico tapiz de la Historia. Como si el propio libro fuera un cuadro de Vermeer, pero a la inversa.
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Mientras tanto, en la Hélade…
…se arma una muy buena: a raíz de un debate entre los dioses en que Zeus cede al deseo de Hera de ver arrasada la ciudad de Troya, hieren al gran Menelao. La herida, gracias a Atenea, es superficial; pero suficiente como para considerar roto el juramento hecho de no agresión, por lo que vuelven los combates a Troya.
Y comienza cada uno de los héroes a movilizar sus tropas; y los Aqueos lamentan que Néstor -quien hábilmente hace formar a los cobardes entre los valientes, para que no puedan huir- sea tan mayor y no pueda acompañarlos al combate.
El Canto también detalla quiénes combaten con quiénes de cada bando; y cómo van muriendo y se van amontonando los cadáveres.
Me parece muy atractivo este libro 😉
muy buena dinamica, moverse en el tiempo atraves de los libros .
Y usar un objeto como hilo conductor sin que medie ninguna relación entre los personajes es algo muy novedoso. Recomendada!
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