Esta semana, el RetoLector me propuso buscar un libro que estuviera basado en folklore. ¿Qué hay, en ese departamento, más fascinante que el trabajo del escritor británico JRR Tolkien?
Efectivamente, la obra de Tolkien -ambientada en la mítica Tierra Media- recoge y hace su propia adaptación de las leyendas y el folklore del norte de Europa: personajes como los elfos y duendes; y seres como los dragones (Smaug) pueblan sus obras. Así que me decidí por seguir a Bilbo en sus aventuras precursoras del Señor de los Anillos.
Valga decir que este libro no tiene la épica o la mística de la gran saga tolkiana. No obstante, entrega algunos elementos y conocimientos al lector, presentándole a algunos personajes como Bilbo, Legolas o Gandalf, cuyas historias tendrán mucho peso en la trilogía.
Y la historia, para mí, fue genial de leer. Es un libro de aventuras, de viaje y -para el protagonista- de autodescubrimiento; de ir más allá de lo que establecen los patrones sociales y de desafiar sus propios límites.
De todos los personajes, percibí como más llamativo a Thorin. Su comportamiento es una muestra de que todos somos sensibles a la corrupción; y de que ésta se halla incluso entre los mejores de nosotros. ¿La solución para afrontarlo? Una concluida por Tolkien, y muy sabiamente expresada por Gandalf: contratar un ladrón que no lo sea…!
Es bien cierto que este libro no presenta ni la misma épica ni la mística de “El Señor de los Anillos”, pero sí que recuerdo que había una serie de ideas, o valores, que volvían a aparecer más adelante en el trabajo del profesor Tolkien.
También recuerdo que ese es uno de esos libros que uno puede devorar, sin importar cuantas páginas haya leído, pues siempre quieres saber que va a pasar luego, y que además es muy fácil encariñarse con los personajes, incluso con Smaug o la criatura Gollum quienes nos dejas sendos diálogos con Bilbo que están muy bien.
Saludos y gran entrada!