Mi RetoLector, que pide un libro protagonizado por alguien con super poderes, me llevó de nuevo al Anfiteatro; y a uno de mis libros favoritos: Momo.
Este es un libro que no puedo dejar de leer; que procuro leer cada año sin falta y que, de una forma u otra, me conecta de nuevo con mi esencia y con mi realidad. Y es que Momo es un libro que cuestiona, que lleva la discusión justo al centro de la sociedad actual: qué es, para qué está, etc.
Pero vamos al tema del Reto: el superpoder. Para mí, en esta época de problemas de atención generalizada (creo que no necesito explayarme en la cantidad de niños con ADHD, o adultos con problemas serios de ansiedad o incapacidad de dirigir su atención hacia algo por un tiempo determinado e invasión de las pantallas azules, entre muchísimos otros), la capacidad que tiene Momo de escuchar es en sí misma un superpoder.
Ella se calma y escucha a quien quiera hablarle. Sin prisa de ninguna clase; regalando de forma desinteresada su tiempo. Por eso es que era inmune a los hombres grises: no podían con ella la ambición, la vanidad, la prisa, la producción como fin del hombre. Momo, al ser generosa con su tiempo, se liberaba de ese hechizo que parecían haber impuesto los Hombres Grises sobre la sociedad; porque, al monopolizar su atención (su Tiempo), monopolizaban sus recursos y los convertían, silenciosamente, en esclavos.
Así que, para ser libres, hay que escuchar y saber dirigir el tiempo y, con respecto al superpoder, podemos tomar las palabras de Churchill, “se necesita de un gran coraje para levantarse y hablar; pero también para sentarse a escuchar”
Uno de los tres libros de mi infancia. Me marcó en lo literario y en lo vital.
Saludos.
Alcanzo a vislumbrar un alelí entre Momo😉