Esta semana, mi RetoLector pedía un libro que tuviera lugar en Escandinavia. Este, que mi primo y su familia me regalaron de cumpleaños, cayó de perlas. “Es uno de mis libros favoritos. Lástima que el autor fuera un poquito Nazi” me dijo, entre carcajadas. Y procedió a contarme que Hamsun le había dado a Goebbels la medalla del Premio Nobel para poder tener una reunión con Hitler y que, después de la guerra, terminó sus días en un asilo como una especie de ciudadano incómodo para Noruega.
Detalles históricos aparte, me dijo mi primo, el libro es brutal. Por eso me lo compró, me dijo: todos ya lo habían leído en su casa; y por eso me lo quería dar también a mí.
Debo decir que, después de leerlo, le doy toda la razón. A mi primo, y al Comité del Premio Nobel de Literatura de 1920. Esta obra es monumental; y es increíble cómo este hombre describe, con palabras sencillas y a través de la vida de personajes sencillos -¿qué puede haber más sencillo y más humilde que un colono campesino?- el acto de fundación de un país.
Ahora, a pesar de su lenguaje sencillo, el libro es difícil de leer para un lector que esté acostumbrado a leer acción; o a leer libros de viaje o de aventuras. Los días se suceden, las estaciones cambian; los años pasan; y la familia de Isak -el protagonista- sigue ahí. Con sus tragedias, sus dichas y sus logros. Y el mensaje del libro es claro: ellos están ahí, siguen ahí; y muy con seguridad estarán ahí cuando todo haya terminado. Porque no hay nada más duradero que la naturaleza y la comunión con la Tierra. Hamsun estaba convencido de eso, y lo plasmó en este libro de principio a fin. Así que hay que tener algo de aguante, porque leer el libro completo -sin desesperar- vale completamente la pena.
La historia, que sigue el devenir de esta familia, tiene un elemento nomádico, en la presencia de los lapones; y en los viajes de Oline, pariente de Inger. Este personaje actuaba un poco como relajante, ya que su presencia sacaba a la familia de la rutina; traía noticias (y también las llevaba, porque para chismosa no le ganaba nadie) y ayudaba en algunas ocasiones. Su presencia, sin embargo, siempre despertaba suspicacias y tensiones entre la familia protagonista.
Otro tema interesante con este libro es el Siglo XX, los avances científicos y la minería. Aparecen, todos, en el libro; pero ninguno seduce a Isak lo suficiente como para dejar su amada tierra. Hay varios episodios e los que uno, como lector, tiene deseos de llevarse la mano a la frente por la ingenuidad de Isak; pero que no sirve sino para mostrarnos, desnudas y de frente, a nuestras propias ambiciones.
Vaya libro duro, pero bello, que hace un retrato del alma humana.
Tiene muy buena pinta, y la verdad es que nunca he leído nada de Knut Hamsun, pero me gustaría leer algo más de escritores nórdicos (que no se trate de Novela Negra). Saludos y gran entrada!
Muchas gracias! Este libro ha sido muy especial en mi Reto Literario porque fue duro y requirió bajarle a las revoluciones de la cabeza (casi un imposible para mí); pero es una experiencia que ha valido completamente la pena. Un saludo!