¡Buenas, buenas!
Buenas noticias y malas noticias por estos lares, en esta preparación mental, espiritual (casi)…y, sobre todo, material/financiera para nuestro viaje de este año.
Empezamos con las buenas noticias, porque esta vez nos llevan a las malas. O, mejor dicho, a las no tan buenas. Porque gracias a mis buscadores y a un excelente y oportuno consejo de mi sensei -la TíaViajera– pude asegurar tiquetes muy baratos para nuestro viaje a Europa.
Como decía, lo bueno: mi hermano recibió su primer nihil obstat en la historia laboral: ya le confirmaron por escrito que puede salir de vacaciones tranquilo en las fechas que habíamos señalado. Esto me permite, a la vez, formalizar mi solicitud de vacaciones en la oficina; que, por el momento, sólo estaba verbalizada. Aprobada, pero sin soporte escrito, y eso no es completamente de mi agrado.
Sin embargo, y aquí viene lo no tan bueno, me perdí toda la temporada de promociones de las aerolíneas que vuelan desde mi ciudad a Madrid. Estábamos algo así como en las manos de dichas aerolíneas, y ya he mencionado lo que pienso de sus políticas de precios en algunas entradas anteriores de tema viajero.
Bastante preocupada, me encontré con este panorama (no pondré imágenes para que no identifiquen tipografías o colores corporativos) para los tiquetes de dos adultos que viajarían en septiembre:
- Cotización 1: COP$ 8,585,800
- Cotización 2: COP$ 8,762,120
- Cotización 3: COP$ 6,583,780 pero viajando solamente a través de Bogotá. Ahí, no había comprado los pasajes a Medellín, que había que sumar.
- Cotización 4: COP$ 5,084,000
Adivinen por cuál cotización me fui.
…pero no crean que la decisión fue tan rápida. Efectivamente, me pareció muy atractiva al principio; pero no estaba segura del todo; pues había leído las políticas de cancelación, de cambios; y no estaba como muy segura. Pero me remití a las críticas que encontré en Expedia, entre otros buscadores; que me tranquilizaron con respecto a lo excelente del vuelo y de los servicios ofrecidos en el mismo. Que además es directo. Que además es barato.
Finalmente, hice una muy oportuna llamada a mi sensei, que me terminó de decidir. Ella me sugirió otra alternativa adicional (otra aerolínea que no había considerado) a las que había revisado, pero que infortunadamente no incidió mucho frente a la duración por la cantidad de escalas de los vuelos que ofrecía; y de paso, me reconfirmó las reseñas que ya había leído acerca de la Cotización 4, diciéndome además que no era tan bajo costo como aparentaba, que volaba mucho en Europa, y que estaba bien ranqueada en el Viejo Mundo.
Así que ese fue el voto de confianza final que necesitaba para decantarme por la cuarta opción. Pagué mientras hablábamos; y puedo decir que ya me quité ese peso de encima: había estado sufriendo un poco las últimas semanas pensando en lo que nos iba a tocar pagar de tiquetes ya que se habían acabado las promociones, pero en este momento estoy haciendo un pequeño baile de la victoria en la oficina -que ya anticipé que iba a durar todo el día- por haber podido conseguir tiquetes a un precio razonable.
Por cierto, la opción que escogimos para viajar fue la de Air Europa. Ya les contaré cómo nos va con este vuelo económico que encontramos.
Gracias por tus flores:)
:-*