Ya, después de semejante comienzo, pudimos descansar. Nos la tomamos suave…ese fin de semana realmente descansamos, y estuvimos con el Papá.
Fuimos a Miami Beach; y en particular a Lincoln Road; un boulevard peatonal que lleva a la playa. Estaba igual de vacío que el resto de la ciudad, lo cual encontramos sorprendente siendo un puente; pero en línea con las circunstancias por las que estamos atravesando.
Nos comimos un helado en Lincoln, caminamos por Miami Beach, vimos el Bentley más estrafalario del planeta (dorado con estampado de leopardo) parqueado y nos devolvimos al final de la tarde.
También estuvimos en Brickell Center. Aunque no es mucho nuestro estilo (muy encerrado, muy mole, no sé) lo encontramos agradable. Aunque nos gustó más el Mary Brickell Village cercano, pues es más a pie de calle, están los restaurantes y uno puede caminar y elegir…
Por supuesto, fuimos al amado Dolphin. También va-cí-o. Yo, que lo he visto a reventar en un Black Friday, me asombré de lo fácil que encontramos parqueadero (igual que en Miami Beach), lo desierto que se veía todo…les muestro a continuación:
Ja,ja,ja Bentley animal print?, típicamente gringo promedio !
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