
Hablar de Sor Juana Inés de la Cruz, inevitablemente, es hablar de feminismo. Aunque suene increíble, una monja Jerónima mexicana del Siglo XVII tiene más en común con #MeToo que algunas mujeres blancas de hoy en día.
Y es por HombresNecios, su poema más famoso; que es una voz admonitoria sobre las contradicciones sociales que llegan hasta el día de hoy donde vemos que “los hombres, con sólo serlo, piensan que son sabios”. Y no lo digo yo, lo dice la hermana…y algunos siglos de evidencia.
Marce, la amiga que escogió este regalo de cumpleaños (regalo de ella y su novio) también ama Hombres Necios, el cual aprendió de una de sus abuelitas, con el que creció y que encuentran más abajo.
El libro, una preciosa biografía novelada que anda a caballo entre las epístolas entre Sor Juana Inés y la Virreina MaLuisa, va más allá de eso. Habla de sus orígenes modestos, en el campo mexicano; de su amor por el náhuatl; y por las propias palabras: desde la fonética hasta la rima, Juana Inés se deleitaba desde su infancia en el idioma y en saciar su sed de conocimiento; primero en la biblioteca de su abuelo, luego en la escuela, en la Corte, y luego el Convento. Una vida breve e intensa que dejó a la Humanidad una de las primeras obras americanas que no se trata de descubrimiento o conquista.
Retrata también la sociedad mexicana: los esclavos africanos e indígenas, el sincretismo religioso, la alta sociedad y su hipocresía, el poder de las órdenes religiosas y las relaciones con el orden secular, la relación entre hombres y mujeres, y el paisaje de una Ciudad de México que apenas se hispanizaba completamente.
Sobre todo, habla también de ese poder oscuro que fue la Inquisición; y la forma en que fue utilizado contra las mujeres a lo largo de los últimos 500 años; buscando negar y dañar lo femenino, y someterlo a los hombres ante la sociedad. Juana Inés no se dejó hace algunos siglos; no nos vamos nosotras a dejar ahora…
Este libro es hermoso; y no tengo sino las gracias poara darle a Marce y Sebas por este regalo tan especial.
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Les comparto aquí Hombres Necios, que transcribo del blog Hablar de Poesía.
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Ale, a la Abue le encantaba ese poema, ella se lo sabía de memoria!
Es que la Abue era sabia. Ella conocía cuáles eran las reglas de este juego, donde el tablero está bastante inclinado para nosotras…