Tuve la oportunidad de leer esta belleza de libro, también al comienzo del año.
Con un lenguaje claro y amable, casi como si estuviera conversando con amigos en el porche de una finca cafetera o a la sombra arbolada de un patio mientras sopla la brisa, García Villegas nos hace un recorrido somero por la historia de la Humanidad. De ahí, hace un acercamiento a Colombia, y desde este acercamiento comienza a indagar en nuestra Historia.
No con un ánimo revanchista; sino con el ánimo paciente y tranquilo de la persona que quiere comprender y escuchar mejor esos ecos del pasado, buscando un mejor futuro.
Así, sintiéndose escuchado, se encuentra el lector de repente inmerso en la Ética de Spinoza; en lo plácido, en lo triste, en lo amable; en lo que nos ha formado, como el barro en el torno.
Y ojo, aquí el relato puede volverse desagradable para algunos, que confunden identidad con obligación. García nos dice que lo uno no implica lo otro, y que es un ejercicio de madurez colectiva el reconocer los rasgos de nuestra identidad y nuestra idiosincrasia que nos pueden hacer proclives a la violencia, y buscar cómo cambiarlos por una cosmovisión más amable del mundo.
Tal vez, más compasiva con nosotros mismos y con los demás.
Un excelente libro; con palabras bellas y sabiamente elegidas. Que busca indagar en el alma y en el corazón del país, sin ánimo revanchista; con ánimo de ayudar a entender y a sanar colo sociedad: uno de los procesos más arduos y gratificantes que vive cualquier pueblo en su devenir.
Through the looking glass 