Una de las cosas que más me gustó en este paseo de piscina y mar fue la playa. Que sorpresa más agradable ir a la playa en Cartagena este comienzo de año. Y voy a comenzar a explicar por qué me gustó tanto:
Para empezar, había unas limitaciones de aforo por el coronavirus que implicaban registrarse en un sitio web de la Alcaldía, avisando en qué playa íbamos a estar y en qué jornadas; para así poder hacer un seguimiento de contactos en caso de que se necesitara.
También me encantó que las carpas estuvieran delimitadas por cuerdas en casi todos sus lados; ya que así se respetaba el espacio personal de cada familia o grupo que estuviera en él, y era posible seguir la norma de distanciamiento social, y además caminar de forma ordenada rumbo al mar.
¡Y los vendedores! Que orden, que respeto con los precios los que conocimos. En esta playa se organizaron, hicieron un kiosko para todos donde hay nevera y zona de preparación de alimentos y de cocteles; y además, unificaron los precios, terminando con la práctica del regateo y del exceso de cobro, por el que los turistas nos quejábamos tanto. Así que, cuando llegas, te entregan una carta con la que sabes cuánto te cuesta lo que vas a consumir desde el principio hasta el final.
Y los precios me sorprendieron. Había conceptos por los cuales los precios eran inferiores que los de un restaurante en Medellín; así que en ningún momento me sentí timada ni sentí que estuvieran abusando del turista. Con esta organización, es más que agradable ir a una playa pública para los turistas.
Por recomendación de Nico, quien es cartagenero, solamente pedimos cosas a un vendedor, Toni; el que siempre lo ha atendido. Según él, es mejor decirle a los demás vendedores de la playa que ya nos está atendiendo una persona para así ir a evitar algún malentendido o conflicto. Al único al que hay que pagarle aparte es al de las carpas; y son $25,000 por la jornada. Nada del otro mundo.
Por aquí les dejo imagen parcial de la carta:
Mi único pesar es no haber ido más a la playa. Me gustó así, organizada, limpia y tranquila (aunque hay que admitir que fuimos en lunes).
Through the looking glass 
HEINIKEN !!, Deliciosa una playa tan ordenada y sobre todo, uno independiente del resto
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