Me pasé todos estos días pensando cuál podría ser mi propósito lector para 2022, pero por más que pensaba no lograba encontrar algo que me llamara a la acción o que, por lo menos, me llamara la atención. Confieso que en 2021 no fui la persona más aplicada del mundo en seguir mi reto lector y me sentía desanimada; y encima, estoy estudiando una maestría y ya debo preparar tesis, por lo que una buena parte de las lecturas se me va leyendo material técnico, no en lectura placentera.
Todo eso me tenía desanimada hasta que, hace unos días, hablando con varios amigos en un café, Hadrien mencionó algo: “Acabo de ver tu fondo de pantalla. ¿Te gusta Tintín?”.

Los siguientes minutos nos las pasamos hablando del Museo de Hergé que hay aquí mismo. Así como de la transmisión de Las Aventuras de Tintín, la serie de TV que veía cuando estaba pequeña y que fue parte no sólo de que me hiciera fan de Tintín, sino de que me encantara viajar o sintiera curiosidad por saber qué hay más allá, y posiblemente hasta de que hubiera querido ser periodista en algún momento.
Gracias a Hadrien, tengo un propósito lector para 2022: quiero y voy a leer los libros de Tintín, otra vez, como lo hice cuando era pequeña. No es incompatible con las lecturas de la tesis, puedo continuar con mis lecturas y mis estudios de la maestría mientras las leo y, encima de todo, estaré leyendo a un autor del país en el que estudio. ¿Qué puede haber mejor?

Mi propósito de 2022 será volver a Moulinsart: volver al mundo de Tintín, Milú, el Capitán Haddock, el Profesor Tornasol, los Detectives Hernández y Fernández y, por supuesto, nuestro malo malísimo: Rastapopoulous.
Para efectos de un 2022 muy lector, rescato este seguimiento que ya venía haciendo a las aventuras de nuestro amigo Tintín:

Va a ser una experiencia interesante leer estas historietas después de 30 años, en algunos casos. No sólo el mundo ha cambiado, yo misma he cambiado. Y )aunque ha habido polémica con respecto al trabajo de Hergé) creo que es posible disfrutarlo, teniendo en cuenta que proviene de otro momento histórico y otra forma de pensar. A fin de cuentas, no dejamos de disfrutar de nuestros lugares históricos porque sean fruto de manos esclavas, o construidos bajo regímenes absolutistas o de terror. Simplemente, los disfrutamos con consciencia de que la Historia sucedió y que la misma siempre está en movimiento gracias, precisamente, a nosotros mismos.
Como corolario, justo hoy (el día en que decido hacer este Reto Hergé) se cumple un aniversario del comienzo de las Aventuras de Tintin! Para no creer, pero Tqitter hizo su magia!

BTW: Cheverny es también un castillo que se puede visitar. Es posible que, para efectos tintinísticos, haga una visita. Mientras tanto, les dejo este lindo artículo de Rafael Narbona acerca de un reportaje que hizo a un sospechoso de ser el reportero de la Petit-Vingtieme.