Me volvió el alma al cuerpo…! Pero me volvió a Un Corazón Helado, una genial novela generacional que se enmarca en la España del siglo XX, y que busca reconstruir la memoria histórica de ambos bandos desde la vida de dos familias y de su evolución, junto con su país, desde el principio del siglo XX hasta los comienzos del XXI,
Aunque pertenece a mi lista de temas vetados en la literatura y el cine junto con las Guerras Mundiales y la Guerra Fría, he tenido menos contacto con la Guerra Civil Española que con los temas anteriores. Puede ser porque no hay casi promoción de este acontecimiento en América Latina, o porque, generacional y geográficamente, se le ve muy lejano como hecho histórico, y es poco estudiado en la región.
De hecho, desconocía que el libro trataba dicho tema cuando lo abrí por primera vez; y quedé tan absorbida por la escritura de la autora, que cuando me di cuenta era muy tarde, y decidí seguir con la trama y la evolución de los personajes, sin importar ya el tema, porque ya estaba atrapada y sabía que no había nada que hacer al respecto, mas que leer y leer y leer, como hacía cada tarde al llegar de la oficina.
Hay que decir que leer a su autora, Almudena Grandes, es una tarea de atención, pues alterna con frecuencia y sin pensarlo (como si fuera un flash-back de los que se ven en cine o en TV) entre la primera persona del presente (el protagonista, hijo de una de las dos familias) y la tercera persona del pasado, en la que se hace el recuento de las historias de los antepasados de ambas familias y de las circunstancias de lugar, tiempo y modo de la Guerra Civil Española que llevaron a la situación actual, y que desencadenarán las sorpresas del futuro.
Sin embargo, una vez la mente está abierta a estos cambios, que semejan tanto un proceso de la memoria, es un delicioso alterne entre dos realidades, dos historias y dos juegos más o menos similares, de personajes; interdependientes los unos de los otros. Además, como lector, es imposible decir si es más fascinante una historia que la otra; o si la sinergia entre ambas temporalidades es lo más atractivo de la obra en sí.
Los personajes son complejos, a lo que ayuda a la trama de la novela; pues muchas de sus acciones pasadas quedan marcadas como detalles de su personalidad presente o futura. Hay también muchos detalles y relaciones que seguir y tener en cuenta, pues después vienen a cuento (y muy a cuento, pues definen el desarrollo y final del libro) y forman parte integral de la historia.
Una golosina, en suma, para aquellos que gustan de la atención a los detalles, las intrigas y las subtramas.