Es el final de año. Parece como si los días se hicieran más plácidos, más flojos…como si el aroma narcótico de las vacaciones escolares se mezclara de forma mortal con el cielo azul y la brisa de este tiempo, cuando el invierno parece estarnos dando una pequeña tregua.
Este tiempo es el tiempo ideal para leer. Y por eso parece haberme poseído una vorágine de lecturas, muy a mi pesar. Han sido testigos y víctimas de mi intento por refrenarme:
- La princesa en la sombra, la historia de la hija de Mumtaz Mahal, quien se hizo cargo de gobernar el harén de su padre despúes de la muerte de su padre, y de acompañarlo en sus tiempos de gobierno y sus años finales.
- La Emperatriz tras el velo, que narra la historia de Nur Yahan, tía de Mumtaz Mahal, de quien se enamoró locamente el emperador de la india mogola Yahangir.
Ambos libros suponen un escape a un tema que, a lo largo de mis lecturas, he encontrado fascinante: la India musulmana. Esta fracción del país donde se enclavan sus más famosas ciudades y en el cual florecieron las intrigas, pugnas y alinazas de rajás y maharajás, hasta la época en que el dominio inglés les redujo a la sombra de lo que eran y les ahogó aún más, si cabe, en el torbellino de placeres que les rodeaba, y que la política atenuaba de un modo u otro. Sombra de lo que fueron, hoy conviven con la India moderna, en la que se incluyen.
Ambos libros fueron escritos por la misma autora. Se notan sus ágiles y atrapadoras narraciones, su boceto de las intrigas del harén y de las pugnas de poder entre las mujeres como reflejo de las pugnas de poder entre los hijos del emperador mogol.
- Pasión imperial, una biografía novelada acerca de Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, que narra su fortaleza de carácter y su influencia en proyectos estratégicos para el mundo, como el Canal de Suez.
- Los escarpines de Kristina de Noruega. Retomando la fascinante epopeya de la princesa de Noruega, este libro narra las intrigas, las obsesiones y las pugnas por el poder y el oro que condujeron a que una princesa del norte que, como sus hermanas, terminaría siendo eventualmente reina de algún conjunto de islas en el mar del norte o, máximo, reina de Suecia o Dinamarca, terminara asentándose en la corte castellana.
La historia de esta princesa no es otra cosa que la demostración de los famosos avatares de la Historia, o las consecuencias caóticas e insospechadas de actuaciones individuales a lo largo del tiempo.
La pregunta es…¿qué leeré en Año Nuevo?