Septiembre me sorprendió con una agradable lectura en clave femenina que encontré en la sección inglesa de la Librería Nacional, y que habla de aquella historia contada en clave de mujer, que parece estar siempre tras las bambalinas de las grandes gestas de la Humanidad; pero que realmente implica un apoyo a las mismas sin el que, tal vez, no habría sido posible alcanzarlas.
Las Esposas de Los Álamos recrea la vida en la apartada comunidad de científicos a cargo del proyecto Manhattan, que vivió entre el secretismo y las imponentes Mesas de Nuevo México por años mientras desarrollaban el temible gadget, que aterrorizaría a la Humanidad pocos años después.
No obstante, las páginas del libro no hablan de códigos, ecuaciones o de las incipientes computadoras, trasladadas por tren hasta la inhóspita locación. Más bien, discurren entre salidas a cabalgar, problemas con el racionamiento, nuevas y viejas amistades, discusiones entre vecinos y crecimiento de hijos.
The Wives of los Alamos muestra la historia del Proyecto Manhattan desde el punto de vista de aquellas esposas y familias que habitaron el lugar a la par que sus maridos desarrollaban el proyecto: las que vinieron engañadas y las que se habían hecho alguna idea; las que apoyaban o no la iniciativa; las que traían niños y adolescentes; las que querían conocer más a las tribus del lugar, y las que preferían cabalgar por horas en las Mesas mientras los niños estaban en la escuela y los maridos en el laboratorio.
El libro está escrito de manera coral; donde las voces de todas aquellas mujeres a las que rinde tributo se unen en una sola (lo que algunas veces puede ser u poco confuso, pero que no deja de hacer sentir al lector la profundidad del sentimiento), para contar qué se sintió adaptarse a un nuevo y salvaje entorno, mientras se forjaba una comunidad y un nuevo tejido social.