Como mi mejor amigo me dijo alguna vez, mis lecturas suelen ser un poco densas. Me gusta la Historia, le economía (si es Historia de la Economía, como ya saben, mucho mejor), la Geografía…y últimamente, ando leyendo un poquito de física gracias a Stephen Hawking y su Gran Diseño. Es fácil, entonces, pensar que provengo de una familia de lectores severos donde la lectura de cualquier libro liviano estaría censurada, ¿no?
…pues no. Nada más lejano de la realidad; pues mis papás han leído material muy diferente al que mi hermano (de quien he mencionado algunos gustos) y yo preferimos leer. En casa siempre se respetaron los gustos de lectura de cada uno; pues decían que lo importante es que la gente leyera. Para la muestra, varios botones que encontré en estos días, que estuve arreglando (de nuevo) la biblioteca de mi casa:
Mi mamá se preocupaba mucho por mantener buenas relaciones con mi abuela, y leía mucho acerca del tema.
Era música, así que estos libros también eran comunes en casa…
Mi papá, de otro lado, leía libros más técnicos:
…y estos fueron de los primeros que tuvimos Pipe y yo; como buenos niños de los años noventa: