¿Poco sociable o mejor, respetuosa?

Los seres humanos vivimos en manada. La familia es nuestra primera manada; y de allí siguen prontamente los amigos y el colegio. En todos estos casos, se dan procesos de socialización, y se establecen jerarquías y roles acorde con la personalidad de cada uno de quienes integran ese mundo.

La oficina, por supuesto, no es más que una manada de gente grande. Afortunada o infortunadamente, hay lo mismo: jerarquías, roles, personas…y, por supuesto, política de oficina. Porque si alguna habilidad tenemos los adultos para el mundo, es la de complicarlo; y la política de oficina viene a ser una de las complicaciones favoritas de muchos de los adultos en su vida diaria.

Mi caso particular clama, un poco, al cielo. Odio la política y la diplomacia de oficina; no sólo me parece irrelevante y nociva; sino que el gasto de energía que implica para el retorno hace que la vea simplemente como poco rentable. Creo que negocios son negocios; y que, aunque me parece fantástico poder hacerlos dentro de un clima laboral amable y respetuoso, al final del día todos venimos a hacer algo muy parecido a la famosa frase de Jaider Villa: “Yo aquí no vine a hacer amigos; yo vine a trabajar”.

Negocios son negocios. Es excelente, muy enriquecedor y productivo hacerlos y disfrutarlos con personas que apreciamos. Pero también creo que, precisamente porque “negocios son negocios”, es necesario recordar siempre algunas cosas al momento de tratar con otros seres de oficina: que todos estamos yendo hacia una misma meta (o sea, que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para que las cosas vayan bien) y, como me dijo una vez mi papá “todos estamos buscando poner comida en la mesa”. Que nadie está en una persecución contra nadie porque, entre otras, nadie tiene tiempo para ponerse a hacer cacerías de brujas: todos estamos trabajando. Lo que quiere decir que no es necesario ni saludable tomarse las cosas personalmente. Porque, precisamente por eso (por estar trabajando y querer hacer las cosas bien) es que se dañan los ambientes de trabajo, personas altamente capacitadas renuncian a sus empleos y se daña, en suma la productividad de la empresa. Desde adentro; desde las personas que, en últimas, somos las que hacemos las organizaciones.

Todos, en suma, nos llevemos o no bien, somos seres humanos y, por nuestra propia paz mental y el buen desarrollo de los negocios, no tenemos necesariamente que querernos; pero al menos sí respetarnos y tratarnos de manera profesional los unos a los otros.

This entry was published on March 23, 2018 at 9:00 am and is filed under Reflexiones Financieras. Bookmark the permalink. Follow any comments here with the RSS feed for this post.

3 thoughts on “¿Poco sociable o mejor, respetuosa?

  1. Respetuosa y amable, nunca amorosa:)

  2. Pingback: Comer solo en la oficina | Through the looking glass

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