La frase de Borges me inspira a aprovechar el post de hoy para mencionar aquellas veces en las que no me ha ido bien. Libros que preferí dejar de lado, porque continuarlos se sentía como prolongar el tedio.
- “15 cuentos de amor y humor”, de Alfredo Bryce Echenique. ¡Dios! Ni lo uno, ni lo otro. Mortalmente tedioso este volumen. Ninguno de los cuentos me gustó; en ninguno pude encontrar los ingredientes antes mencionados. Francamente, o bien le pusieron un título muy vendedor para editarlo; o yo no entendí los cuentos.
- “Al diablo con las vacaciones” de Pablo Noguera. Otro fiasco. En general, me llama mucho la atención el tipo de literatura en que utilizan al diablo como un personaje; pero esto es de plano simple. No pude con leer literatura tan simple, y lo dejé.
- “¿Por qué los hombres caminan a la izquierda de las mujeres?” No pude con este libro. El título me atrajo mucho; genera curiosidad. Pero el contenido está presentado de forma muy árida, y no lo sentí muy apto para el gran público. No avancé mucho, entre tanta aridez.
Como pueden ver, han sido pocas las veces que esto ha sucedido.
Me ha ayudado a escoger una buena dosis de instinto, y gustos muy definidos a la hora de seleccionar un volumen. Pero pienso que, a diferencia de la visión general, no hay que pensar necesariamente en estos libros como fracasos o pérdidas de tiempo; hay que verlos como libros que no son para uno. Que tienen otro público. Que son para otro momento de la vida, tal vez. El universo de la literatura es infinitamente amplio; y en éste cabemos todos en todos los momentos de nuestra existencia.
Así que, ¡qué bueno que haya libros que uno no lee! Eso quiere decir que el mundo es plural…
ciertamente algunas veses no se tiene el tino , en cuanto a los comentarios del “Senor de los anillos”y Harry potter , parte 1y2 sus comentarios me gustan pues estan bien enfocados.