Otro libro suramericano. Creo que en este orden de lecturas estoy viendo un patrón de comportamiento bastante interesante. Sospecho que relacionado con el hecho de que estamos a finales de mayo y pronto estaré haciendo maletas para regresar…
Aquí, Tintín va a Suramérica por primera vez, en busca de los Arumbaya, una tribu cuyo nombre suena similar a los Quimbaya, un pueblo colombiano. Va en busca del pueblo, y a confirmar sus sospechas sobre un ídolo de esa cultura.
De nuevo, Tintín toca temas políticos, al difundir entre el público no sólo la Guerra del Chaco, la penúltima guerra formal en Suramperica; sino los alcances de la geopolítica del petróleo, y el comportamiento de lo que denominamos popularmente “las repúblicas bananeras” en América Latina: dictadores, golpes de estado, élites corruptas, pueblos olvidados, selvas inhóspitas y poca infraestructura estatal. Todavía no se había “hecho la luz” por así decirlo, y no habían comenzado los procesos de catch up económico que normalizarían la vida de este tipo de república hacia finales del siglo pasado.
De nuevo, reitero cierto tema con mostrar a las personas corruptas como personas de piel más oscura que los protagonistas. No sé si sea como para dar la sensación de que el color de la piel se alinea con las intenciones de los protagonistas, pero no está de más recordar que las sociedades de Suramérica son estructuralmente racistas, por lo que las élites son, con muy contadas excepciones, personas de piel clara y educadas en el exterior. Ahí les dejo.
